sábado, 13 de octubre de 2007

ME HIZO, O NO CUMPLIÓ

Oscar Nuñez Dijo:
Estimado Fernando, quiero de este modo llamar tu atención sobre el punto 10 donde comentás

10) Culpar al otro por lo que me hizo, o no cumplió, no es hacer justicia. Es otorgarle poder al otro, asumiéndome como víctima, y desapareciendo como “ser autónomo”.

Coindico en que culpar al otro puede hacerme desaparecer como "ser autónomo" ya que al no hacerme cargo de mi, elijo comprometerme con mi "ego",y darle el control de mi ser y hacer al otro, claro, ¡como me hace esto a mi!.

Ahora en cuanto a que el otro "no cumplió" con las condiciones de satisfacción "prometidas", entiendo que el reclamo al otro, no la culpa del otro, me para en un observador comprometido y me legitima a mi y al otro como otro.

Ya no se trata de que "me hizo" es igual a no me quiere, sino que este es mi ser coherente com mi hacer y declaro no estar satisfecho con lo que vos como otro te comprometiste a hacer.

Esto me hace responsable no víctima, por lo que la culpa y la vergüenza no estárán invitadas.

Gracias por esta invitación a la reflexión.
Oscar Nuñez

Fernando Sáenz Ford dice:
Estimado Oscar: mi decir en el punto 10 es una invitación a la responsabilidad tal como tú la planteas.
(10: Culpar al otro por lo que me hizo, o no cumplió, no es hacer justicia. Es otorgarle poder al otro, asumiéndome como víctima, y desapareciendo como “ser autónomo”.)

Por eso quisiera reflexionar de acuerdo a la distinción que tú planteas, entre “me hizo”, o “no cumplió”.

- “Me hizo”: no hay promesa explícita. Tiene que ver con mis expectativas sobre el otro, o simplemente con una circunstancia casual donde me veo afectado por el hacer del otro. Por ejemplo que me choquen el auto. Ante un caso fortuito o una expectativa no cumplida, puedo operar desde la emocionalidad de la culpa, diciendo "el me lo hizo", perdiendo autonomía. O puedo operar desde la responsabilidad, con autonomía, y manteniendo el compromiso con respetar mis deseos, y preferencias.

- “No cumplió”: hay promesa explicita. Si la promesa fue coordinada en términos claros (quién, cómo, cuándo), y el otro no cumplió, también puedo operar coherentemente con la culpa. Traer con mi decir todo un mundo emocional que surge de la culpa: la exigencia, el control, el sometimiento y la manipulación, perdiendo el centro de lo que quería que ocurriese, y por lo tanto mi autonomía. En esa emocionalidad las acciones disponibles son la queja, el enojo, el resentimiento, el rumor, etc.
Claro que ante una promesa incompleta, puedo operar en la coherencia de la responsabilidad del observador que da por valido la afirmación de que no existe una realidad independiente del observador. Traemos un mundo emocional que surge de la responsabilidad, donde el otro surge como legítimo otro en convivencia conmigo, aún cuando no haya cumplido. En esa emocionalidad las acciones que están disponibles son el reclamo responsable, la re-configuración de la promesa, el perdón, e incluso la finalización de una relación, ya sea, laboral, de pareja, familiar, amistosa o comunitaria.

Por ejemplo:
1er caso: Esteban, el colaborador directo de Alejandro, no cumple con entregarle el informe sobre las ventas del producto “X” durante el mes de Septiembre. Alejandro conversa con Esteban sobre las consecuencias de su no cumplimiento, el quiebre en la confianza, y el retrazo en el análisis del las proyecciones que Alejandro tiene que entregar a su Gerente Regional.
Conversan configurando un contexto, o nicho psíquico, donde ambos se legitiman, asumiendo las consecuencias de la coordinación de acción fallida. Esto puede incluir una disminución de puntaje en la evaluación de desempeño trimestral de Esteban, y un pedido de extensión de tiempo de Alejandro a su Gerente Regional para presentar las proyecciones.

2do caso: Esteban el colaborador directo de Alejandro, no cumple con entregarle el informe sobre las ventas del producto “X” durante el mes de Septiembre. Alejandro lo regaña, no le vuelve a pedir nada, habla mal de Esteban con otros pares, y justifica en la ineficacia de Esteban su propio retrazo en presentar las proyecciones del mes a su Gerente Regional. Por supuesto que lo reportará en el informe trimestral. Esteban se defiende, intenta explicar, pero no es aceptada su explicación. Esteban se siente incomprendido, y se reciente. Su emocionalidad en la empresa se transforma en el dialogo con Alejandro, creando un contexto, un nicho psíquico donde sólo crecerá aquello que es coherente con ese nicho: la acción reactiva. Cada uno reacciona al decir, hacer o no hacer del otro, perdiendo su autonomía.

Querido Oscar, muchas gracias por tus comentarios
Saludos
Fernando Sáenz Ford

1 comentario:

Anónimo dijo...

felicitaciones por tus grandes logros.eh aprendido y recapacitado mucho con tus teorias ...gracias por compartirlas